Muchas veces las organizaciones, incluso aquellas que parecen tener todo bajo control, están en riesgo de perderlo todo por no definir de manera clara sus objetivos y las estrategias para lograrlos. Si los altos mandos de la empresa no tienen un rumbo preciso, el resto de los niveles de la organización tampoco lo tendrán. Es indispensable organizar, planear y otorgarles a las distintas áreas la información necesaria para que, hasta las operaciones más simples, contribuyan con la misión de toda la empresa.

Las dos etapas de la alineación total

Es importante recordar que en ambas etapas de la alineación se tiene que contar con apoyo profesional. 

Primera etapa: Planteamiento y planificación

Planteamiento

Para conseguir la alineación total es importante plantear, en primera instancia, la razón de ser de la empresa. A partir de este primer planteamiento, hay que establecer los objetivos que se deben alcanzar para cumplir la visión y una semblanza de las estrategias que se podrían utilizar para cumplir esos objetivos.  

Planificación

Una vez que se tiene una semblanza general de la visión, los objetivos y las estrategias, hay que desarrollar estas últimas en un plan de acción. Siempre se debe tener en mente la pregunta ¿cómo se pueden impartir las estrategias? Este no es un trabajo sencillo, ya que se trata de un proceso de reflexión, construcción y creatividad por parte de los puestos estratégicos. 

Segunda etapa: Entrenamiento

Una vez establecidas las bases, hay que compartirle la visión y los objetivos a todo el equipo e integrarlos en las estrategias con coaching, entrenamientos, cursos, etc. En esta etapa, como en la anterior, es importante contar con ayuda especializada. Un ejemplo sería que los altos mandos utilicen coaching especializado para aterrizar las estrategias de una manera clara, objetiva y reflexiva. El coach será un mediador entre las ideas que surjan en la etapa de definición de la empresa y los colaboradores. Su compromiso estará dirigido y enfocado en el bien de la organización, así que su rol ayudará a lograr acuerdos que beneficien el desarrollo, la misión y la visión de ésta. Hay que recordar que la alineación de la empresa requiere de mucho aprendizaje, esfuerzo y de un periodo de implementación para que se pueda sostener.

Al implementar la alineación, el éxito de la empresa estará más cerca porque ya existirá un plan que brindará seguridad en la toma de decisiones y en las acciones diarias. Recordemos lo que dijo Eisenhower: “En la preparación para la batalla siempre me ha parecido que los planes son inútiles, pero la planificación es indispensable”. Así que, si necesitas alinear tu empresa, sabes que es indispensable echar a andar tus ideas, buscar la asesoría adecuada y planificar una serie de acciones que permitan el alcance de las metas. Si no sabes cómo empezar, puedes hacer un análisis muy sencillo y rápido con la matriz Eisenhower: pregúntate si es realmente importante postergar la alineación de tu organización, revisa el nivel de urgencia para este proyecto y toma decisiones que te permitan llevar a otro nivel la empresa.

Referencia:

Khadem, R. y Khadem, L. (2013). Alineación total. Cómo convertir la visión de la empresa en realidad. Ediciones Norma.